6 mar 2013

Relevo generacional en las aulas de Alemán

Desde hace dos o tres años vengo observando que la composición del alumnado que estudia Alemán en la EOI está cambiando, no sólo en cuanto al perfil académico (mayor presencia de ingenieros y profesionales de la salud), sino también y fundamentalmente en cuanto a la edad del alumnado. Hoy en día es fácil tener grupos en los que los alumnos menores de 16 años suponen el 80 % del total, cuando hace sólo unos años apenas llegaban al 20 %. 

Las razones son muy variadas:
- el Alemán está "de moda" (o muchos creen que un un momento dado puede ser su "salvavidas"), por la coyuntura económica
- a las clases de Inglés de las EEOOII no se puede acceder legalmente hasta los 16 años
- el nivel de inglés de los jóvenes ha mejorado y cada vez buscan más dominar o al menos iniciarse en un segundo o tercer idioma extranjero, y el Alemán lamentablemente no está apenas presente en los IIEESS.

Sin duda se trata de una tendencia muy positiva, pero reconozco como profesor que lleva aparejadas situaciones novedosas y que me suponen un reto, me imagino que no siempre bien resuelto  (seguro que los profesores de ESO saben mucho mejor a lo que me refiero): 

- hasta ahora, al ser una enseñanza de adultos, no había problemas de disciplina o comportamientos "inapropiados" en el aula. No se trata de problemas gordos, ni mucho menos, sino más bien "de educación": poco importa que estés hablando tú o un alumno o sonando la audición o el vídeo, los alumnos siempre encuentran algo que contarse antes de que se les olvide. Por eso, a menudo siguen la clase con desfase de uno o dos minutos, con las subsiguientes preguntas e interrupciones molestas.

- siendo los contenidos y objetivos los mismos que hace dos o tres años, las cuotas de suspensos suben en proporciones insospechadas, sobre todo en los tests de gramática y vocabulario y en expresión escrita.

- los alumnos adultos (¡que por supuesto siguen existiendo en las EEOOII!) amenazan con amotinarse si los "chavales" no dejan de interrumpir el ritmo de una clase que recuerdan no es obligatoria (ni gratuita) y a la que ellos dedican mucho esfuerzo.

- las clases están más llenas hasta el final, pues casi ningún menor de edad abandona (o mejor dicho le dejan abandonar sus padres).

Creo que este fenómeno (que hace años ya padecían los compañeros de Inglés) nos tiene que llevar a reflexiones acerca de la metodología y el trato con alumnos (y padres, antes casi inexistente). Pero fácil no es, pues los adultos también reclaman "su" metodología y su ritmo. Tal vez deberíamos asistir a clases de la ESO, para aprender de nuestros compañeros de IES ...

A.J.F.A.

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